
El cincuenta por ciento de los niños del mundo tienen hoy una escolaridad insuficiente o están fuera de la escuela, en un mundo con serios problemas de sostenibilidad. Esta preocupante situación requiere una urgente atención de largo plazo. Podría parecer muy oneroso invertir suficientemente en educación, pero los costos de la ignorancia son aún mucho mayores. El futuro de nuestra sociedad globalizada está en peligro. Los niños de todo el mundo necesitan estar incluidos y preparados para las tareas que se avecinan.
A partir de la evidencia científica referida al impacto humano sobre el clima y las crisis del medio ambiente que afectan a los habitantes de nuestro planeta – donde los más vulnerables son aquellos que viven en extrema pobreza, en especial sus niños – este Seminario se propuso definir un conjunto de recomendaciones bien focalizadas para ser ejecutadas en la educación escolar, siendo la inclusión su objetivo principal. El Seminario se dedicó, básicamente, a la infancia, los derechos de los niños, el apoyo docente, la justicia y la responsabilidad intergeneracional.
El Seminario y sus conclusiones se basaron en declaraciones precedentes de las Academias Pontificias (1). También han reflejado los principios establecidos por las Naciones Unidas en los Objetivos de Desarrollo Sostenible (SDG) especialmente de la sección 4 dedicada a la educación universal. De manera significativa el Seminario se inspiró grandemente en la Encíclica, Laudato Si’: Sobre el cuidado de nuestra casa común del Papa Francisco, que demanda una “educación ecológica y espiritualidad” (2).
En el 2016 son 125 millones los menores (de 0 a 15 años) que no asisten a la escuela en todo el mundo (3). Pero los 1000 millones que viven en la pobreza – con insuficiente escolaridad y falta de atención en la primera infancia – están atrasados en muchos años respecto de sus pares que viven en contextos más ventajosos. Los 60 millones de refugiados – cuyo número se ha duplicado en estos últimos 5 años
... Read allEl cincuenta por ciento de los niños del mundo tienen hoy una escolaridad insuficiente o están fuera de la escuela, en un mundo con serios problemas de sostenibilidad. Esta preocupante situación requiere una urgente atención de largo plazo. Podría parecer muy oneroso invertir suficientemente en educación, pero los costos de la ignorancia son aún mucho mayores. El futuro de nuestra sociedad globalizada está en peligro. Los niños de todo el mundo necesitan estar incluidos y preparados para las tareas que se avecinan.
A partir de la evidencia científica referida al impacto humano sobre el clima y las crisis del medio ambiente que afectan a los habitantes de nuestro planeta – donde los más vulnerables son aquellos que viven en extrema pobreza, en especial sus niños – este Seminario se propuso definir un conjunto de recomendaciones bien focalizadas para ser ejecutadas en la educación escolar, siendo la inclusión su objetivo principal. El Seminario se dedicó, básicamente, a la infancia, los derechos de los niños, el apoyo docente, la justicia y la responsabilidad intergeneracional.
El Seminario y sus conclusiones se basaron en declaraciones precedentes de las Academias Pontificias (1). También han reflejado los principios establecidos por las Naciones Unidas en los Objetivos de Desarrollo Sostenible (SDG) especialmente de la sección 4 dedicada a la educación universal. De manera significativa el Seminario se inspiró grandemente en la Encíclica, Laudato Si’: Sobre el cuidado de nuestra casa común del Papa Francisco, que demanda una “educación ecológica y espiritualidad” (2).
En el 2016 son 125 millones los menores (de 0 a 15 años) que no asisten a la escuela en todo el mundo (3). Pero los 1000 millones que viven en la pobreza – con insuficiente escolaridad y falta de atención en la primera infancia – están atrasados en muchos años respecto de sus pares que viven en contextos más ventajosos. Los 60 millones de refugiados – cuyo número se ha duplicado en estos últimos 5 años – experimentan extremas dificultades en la educación infantil. Los hijos de un número creciente de otros inmigrantes forzados – debido a cambios climáticos, por ejemplo – están igualmente comprometidos. Los impactos del clima y de las guerras van a empeorar estas tendencias migratorias, que reclaman acciones tanto en los países desarrollados como en los en desarrollo. Las desigualdades en educación se han incrementado en 14 de los 29 países desarrollados (4).
Teniendo en cuenta los formidables desafíos a encarar el objetivo principal es proveer a cada niño con conocimientos y competencias, auto-confianza y esperanza en soluciones humanitarias, y recursos. Cuando estos niños sean adultos serán así capaces de construir una sociedad global que respete a la persona humana y a la Tierra, con empatía y razón, reconociendo las dimensiones espirituales y holísticas de cada individuo. La educación, con sus propios componentes éticos y morales debe abordar con responsabilidad estos desafíos con dos mandatos imperiosos y urgentes:
- Justicia en el acceso a una escolaridad de calidad. Se debe implementar un escolaridad inclusiva, especialmente para los marginales, refugiados e inmigrantes forzados. Ello implica una movilización internacional, una cooperación global y la atención de los gobiernos hacia los necesarios cambios.
- Objetivos de aprendizaje para todo los estudiantes. Programas académicos sólidos y de alta calidad, tanto en el Norte como en el Sur, que deben comprometerse con un programa curricular y una capacitación docente para promover el aprendizaje de la sostenibilidad. Estos programas deben ser sensibles al cambio climático, con un énfasis en soluciones innovadoras, en una valoración de nuestra casa común y en modificar comportamientos hacia elecciones responsables en el consumo. Es preciso alentar a los niños en su amor innato por los habitantes de este planeta y propiciar un amor inherente a nuestro planeta.
Además de estos mandatos fundamentales surgieron tres temas educativos fundamentales en el Seminario, cuyos participantes urgen sean implementados progresivamente por las autoridades educativas y las partes interesadas.
Un nuevo paradigma educativo. Se debe diseñar un nuevo marco curricular en las áreas de educación para promover la educación sobre las perspectivas de vida y de historia humana en la Tierra así como una comprensión de temas globales. Se han de proveer el conocimiento y los medios para actuar localmente tanto como los valores morales y la importancia de involucrar a la comunidad. Se necesita una educación interdisciplinaria y una atención apropiada a cada edad para enseñar las complejas interacciones entre los sistemas naturales y sociales. La educación en ciencias y tecnología juegan un papel decisivo en la enseñanza y aprendizaje para pensar, razonar y actuar en forma sostenible.
Tecnologías de enseñanza y aprendizaje. Las nuevas tecnologías de comunicación ofrecen notables oportunidades educativas pero pueden resultar ineficaces si no se basan en interacciones robustas y consistentes entre estudiantes y docentes. Por esta razón, la capacitación docente y el desarrollo profesional dentro de este nuevo marco educativo demandan considerable dedicación, soporte y esfuerzo. Además, los educadores deben aplicar los hallazgos científicos en la evolución biológica, las neurociencias y los instrumentos (incluyendo las tecnologías) par entender mejor el desarrollo cognitivo del niño y optimizar sus experiencias de aprendizaje.
La juventud como agente de cambio. Los niños y adolescentes no sólo son receptores de conocimiento, deben también ser convocados para actuar en sus propios contextos locales y diseñar iniciativas sostenibles en sus escuelas y comunidades. Los jóvenes pueden promover el cambio mediante una interacción constructiva no solamente con otros jóvenes sino influyendo positivamente en los propios adultos. La educación y la capacitación de las niñas es esencial para servir como agentes de cambio.
En una sesión sin precedentes la Academia invitó a 19 adolescentes representando a 12 naciones a presentar sus miradas sobre una educación para un desarrollo sostenible. Sus presentaciones y discusiones con miembros de la Academia impresionaron profundamente a la audiencia y contribuyeron a esta Declaración.
Esta Declaración alienta fuertemente a las autoridades educativas, líderes religiosos y otras partes interesadas a establecer relaciones más robustas con los siguientes sectores, a los efectos de producir cambios positivos:
Científicos y estudiosos: Se requiere una estrecha cooperación entre los sistemas escolares y las comunidades científicas, teniendo en cuenta que la ciencia y la tecnología son esenciales en el diagnóstico de temas de desarrollo y factores de riesgo, y son decisivas para encontrar los medios para actuar.
Liderazgo, políticas y financiación: El compromiso colectivo y las obligaciones morales con nuestra casa común requieren un liderazgo global, generosidad, financiación de proyectos innovadores y una visión a largo término que podrá mejorar el bienestar humano y el medio ambiente para las generaciones presentes y futuras.
En cooperación con la Pontificia Academia de Ciencias, los abajo firmantes se proponen dedicar su energía a implementar estas propuestas en varias direcciones, especialmente en el contexto de la Encíclica Laudato Si’, los Objetivos de Desarrollo Sostenible de las Naciones Unidas (UN SDGs) y las conclusiones de las Naciones Unidas en París 2015 (UN COP21).
Referencias
(1) Globalization & Education (2005); Bread & Brain, Education and Poverty (2013); Sustainable Humanity, Sustainable Nature: Our Responsibility (2015)
(2) Carta Encíclica Laudato Si’ del Santo Padre Francisco sobre El Cuidado de la Casa Común
(3) UNESCO OOSC Data Release 2015; http://sd.iisd.org/news/education-for-all-warns-of-us39-billion-gap-reduced-ambition-in-sdgs/
(4) Datos de 29 países OCDE en el período 2003-2012. En Pisa 2012 Results. OCDE Publishing, París (2013)
Las comunicaciones presentadas en el Seminario serán accesibles en línea en Marzo 15, 2016. La publicación final, como libro, se espera antes de fin del 2016.
Apéndice detallado de la Declaración.
Temas de sostenibilidad que deberán ser considerados por la educación con nuevas propuestas.
1. Un nuevo mundo. Los profundos cambios globales desafían a la educación para que repiense sus tareas y prepare a los estudiantes a tomar una parte activa y responsable. En este contexto del cambio climático la educación necesita lidiar con la globalización y el entendimiento entre culturas, desequilibrios migratorios, nuevos perfiles de trabajo, revolución digital, urbanización y vecindarios, cambios rurales, salud, alimentación, agua y sanitarios. Una educación interdisciplinaria reconoce la necesidad de educar a los jóvenes en las complejas interacciones entre los sistemas sociales y naturales, la así llamada “Ecología Integral” en Laudato Si’.
2. Inclusión y pobreza: El concepto de niñez debe ser redefinida con una perspectiva de inclusión. Los cambios deben beneficiar necesariamente a todos los niños, de familias quebradas, niñas, hijos de inmigrantes (intra y extra-nacionales), refugiados, víctimas de tráfico, discapacitados, excluidos étnicos y a los niños que abandonan los estudios. La educación por sí sola no podrá erradicar la pobreza, pero es un elemento imprescindible.
- La igualdad de género en educación será lo más efectivo para asegurar el bienestar económico y social, y también la transición demográfica.
- La educación es inseparable de las dimensiones medioambientales, económicas, sociales y culturales. El Objetivo 4 de las Naciones Unidas para un desarrollo sostenible (educación universal) no se puede separar de otras, por ejemplo del Objetivo 10 (reducir desigualdades). La UNESCO estima que los donantes externos deberán ofrecer 39 mil millones de dólares US por año para que los países de bajos recursos puedan financiar el Objetivo 4.
3. Una mejor comprensión de la enseñanza y el aprendizaje. Las habilidades cognitivas de los seres humanos han evolucionado biológicamente para desenvolverse en un mundo “pre-cultural” más simple. Ahora deben adaptarse a sistemas complejos y a efectos a largo término. La ciencia provee conocimientos y medios que pueden inspirar a la educación: las neurociencias, el acceso global a la información y a nuevos medios digitales, la educación científica basada en la indagación. Todos ellos pueden potenciar la autoestima, la creatividad y el pensamiento crítico entre los jóvenes.
- El potencial de las tecnologías de la informática y de las comunicaciones en educación debe utilizarse mucho más en los países de bajos recursos, pero ello requiere un seguimiento apropiado, financiación y colaboración internacional.
4. Una nueva visión de los programas curriculares
- La educación en ciencias debe expandirse internacionalmente, en particular en los países de bajos ingresos, y movilizar los recursos necesarios, puesto que la educación en ciencias es una precondición para que los niños sean responsables y actores eficientes en el futuro.
- Como la alfabetización interactúa con el desarrollo cerebral, es necesario prestarle mucha mayor atención a los efectos de incrementar las capacidades de las futuras generaciones para tratar la creciente complejidad de los sistemas socio-ecológicos.
5. El papel decisivo de los docentes. Los docentes deben necesariamente actualizarse en los temas de sostenibilidad. En un mundo integrado los sucesos que acontecen en áreas aparentemente remotas pueden tener un impacto global. Los docentes deben estar preparados para implementar estas ideas en sus escuelas, con un soporte previo y continuado de capacitación y apoyo. El comportamiento docente debe ser ejemplar puesto que los buenos modelos son decisivos en la educación.
- Para facilitar su rol de modelo los docentes deben ser capaces de interactuar globalmente en la Red lo que les permitirá intercambiar experiencias y recursos e incrementar su confianza en las habilidades de los jóvenes. Es preciso procurar y conectarse con aquellas plataformas de las tecnologías informáticas que recogen y presentan ejemplos de sostenibilidad en educación.
6. El papel central de los propios niños. Es necesario proteger los derechos de los niños. Será preciso tomar en cuenta el potencial de desarrollo de los niños de acuerdo a sus edades. El actuar con los niños va más allá de actuar para los niños. Tanto los niños como los jóvenes pueden ser agentes de cambio hacia un desarrollo sostenible. Además, los niños puede enseñar efectivamente a sus familias y comunidades.
- La educación deberá considerar la enorme diversidad de contextos de vida de aquellos que con frecuencia está impedidos o marginados (en barrios periféricos o en aldeas pobres ) al mismo tiempo que valorizar el poder de solidaridad y las oportunidades disponibles en la comunidad escolar y en el contexto familiar.
- Las comunidades locales son los espacios naturales donde una educación formal e informal actúan conjuntamente y pueden crear estrategias apropiadas para los jóvenes y con los jóvenes.
7. Un nuevo papel para científicos y estudiosos. La ciencia y la tecnología son centrales para el diagnóstico y para contar con medios para actuar. Se requiere una cooperación estrecha entre los sistemas escolares y las comunidades científicas, especialmente en los aspectos interdisciplinarios que son tan importantes para enseñar la sostenibilidad.
- Se deben diseñar sistemáticamente experimentos con innovaciones educativas sobre sostenibilidad, evaluados y combinados con conceptos que puedan pasar a una mayor escala a partir de pequeñas muestras.
- La educación debe combinarse con iniciativas prácticas que estén acompañadas por una investigación bien diseñada. Un ejemplo es mejorar la salud y las obras sanitarias en contextos de bajos ingresos.
- Las investigaciones sobre el desarrollo cerebral y las funciones cognitivas deben expandirse y conectarse con la educación.
8. Ética y responsabilidad. Durante milenios las sociedades se han caracterizados por divisiones, enfrentamientos y rivalidades. Los educadores deben enfatizar aquellos contextos donde la historia social y cultural haya desarrollado comunidades, conexiones amigables y hábitos mentales que son abiertos y flexibles, con nuevos modelos de pensamiento que puedan disminuir las creencias prejuiciosas. Hoy es decisivo poder cambiar nuestra actitud y comportamiento hacia la naturaleza y hacia los demás. La Encíclica Laudato Si’ llama a una conversión ecológica a través de la educación, que reconozca la necesidad de cambiar estilos de vida, de producción y de consumo. Los sistemas educativos deben incluir las dimensiones espirituales de cada persona, la noción de bien común y la necesidad de emprender acciones locales para el bien global.
- Los jóvenes deben ser alentados a respetar y acoger a otros sin hacer caso de raza, cultura o religión. En este mundo globalizado deben aprender tempranamente que la falta de paz y de prosperidad en un lugar remoto puede tener consecuencias globales. Esto se debe basar en una visión ética y moral.
- Los valores de la enseñanza basados en firmes fundamentos morales deben ser parte de toda educación que se oriente hacia la sostenibilidad, y las mejores prácticas pueden variar según los contextos. Las escuelas religiosas deben abrazar temas de ciencia y sostenibilidad, y como tales podrán jugar un papel importante. Los problemas de violencia, marginación y exclusión deberán considerarse como fracasos de la sostenibilidad.