Estado de la cuestión
Con el cambio climático y la contaminación del aire sin control, la fuente misma de la vida en la Tierra, incluido la de los humanos, está en grave peligro. Proponemos soluciones escalables para evitar tales resultados catastróficos. Tenemos menos de una década para implementar estas soluciones necesarias con el propósito de salvaguardar nuestra calidad de vida para las generaciones venideras. El momento de actuar ha llegado.
Nosotros, los seres humanos, estamos creando una nueva y peligrosa fase de la historia de la Tierra que se ha denominado “Antropoceno”. El término se refiere a los efectos determinantes de la actividad humana en todos los aspectos de los sistemas físicos de la Tierra y en la vida del planeta. Estamos calentando peligrosamente el planeta, dejando detrás el clima en el que se desarrolló la civilización. Con la aceleración del cambio climático, nos encontramos ante el grave riesgo de pérdidas masivas de cosechas, enfermedades infecciosas nuevas y reemergentes, extremos de calor, sequías, mega tormentas, inundaciones y niveles del mar en fuerte aumento. Las actividades económicas que contribuyen al calentamiento global también están produciendo otros daños profundos, incluida la contaminación del aire y del agua, la deforestación y la degradación masiva de la tierra con una tasa de extinción de especies sin precedentes en los últimos 65 millones de años. Además, el calentamiento global constituye una grave amenaza para la salud: aumentan las enfermedades del corazón, los derrames cerebrales, las enfermedades pulmonares, las complicaciones mentales, las infecciones y el cáncer. En fin, el cambio climático amenaza con exacerbar el flujo actual sin precedentes de desplazamiento de personas y con aumentar la miseria humana avivando el conflicto y la violencia.
Los más pobres del planeta, que todavía dependen de las tecnologías del siglo XIX para satisfacer necesidades básicas como la cocina y la calefacción, están sufriendo una pesada
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Estado de la cuestión
Con el cambio climático y la contaminación del aire sin control, la fuente misma de la vida en la Tierra, incluido la de los humanos, está en grave peligro. Proponemos soluciones escalables para evitar tales resultados catastróficos. Tenemos menos de una década para implementar estas soluciones necesarias con el propósito de salvaguardar nuestra calidad de vida para las generaciones venideras. El momento de actuar ha llegado.
Nosotros, los seres humanos, estamos creando una nueva y peligrosa fase de la historia de la Tierra que se ha denominado “Antropoceno”. El término se refiere a los efectos determinantes de la actividad humana en todos los aspectos de los sistemas físicos de la Tierra y en la vida del planeta. Estamos calentando peligrosamente el planeta, dejando detrás el clima en el que se desarrolló la civilización. Con la aceleración del cambio climático, nos encontramos ante el grave riesgo de pérdidas masivas de cosechas, enfermedades infecciosas nuevas y reemergentes, extremos de calor, sequías, mega tormentas, inundaciones y niveles del mar en fuerte aumento. Las actividades económicas que contribuyen al calentamiento global también están produciendo otros daños profundos, incluida la contaminación del aire y del agua, la deforestación y la degradación masiva de la tierra con una tasa de extinción de especies sin precedentes en los últimos 65 millones de años. Además, el calentamiento global constituye una grave amenaza para la salud: aumentan las enfermedades del corazón, los derrames cerebrales, las enfermedades pulmonares, las complicaciones mentales, las infecciones y el cáncer. En fin, el cambio climático amenaza con exacerbar el flujo actual sin precedentes de desplazamiento de personas y con aumentar la miseria humana avivando el conflicto y la violencia.
Los más pobres del planeta, que todavía dependen de las tecnologías del siglo XIX para satisfacer necesidades básicas como la cocina y la calefacción, están sufriendo una pesada carga por los daños causados por las actividades económicas de los ricos. Los ricos también padecen altos costos en inundaciones, mega tormentas, temperaturas extremas, sequías e incendios forestales importantes. El cambio climático y la contaminación del aire afectan tanto a ricos como a pobres.
Principales conclusiones
• La quema de combustibles fósiles y de biomasa sólida liberan sustancias químicas peligrosas al aire.
• El cambio climático causado por los combustibles fósiles y otras actividades humanas plantean una amenaza existencial para el Homo sapiens y contribuyen a la extinción masiva de las especies. Además, la contaminación del aire causada por las mismas actividades es una de las principales causas de muerte prematura a nivel mundial.
El cambio climático y la contaminación atmosférica están estrechamente relacionados porque las emisiones de contaminantes atmosféricos, de gases de efecto invernadero y de otros contaminantes que alteran el clima surgen principalmente por uso de combustibles fósiles y biomasa por parte de la actividad humana, con contribuciones adicionales por parte de la mala agricultura y el cambio de uso de la tierra. Esta interconexión multiplica los costos derivados de nuestra actual peligrosa trayectoria, sin embargo, la misma interconexión puede también ampliar los beneficios de una transición rápida hacia la energía sostenible y el recto uso de la tierra. Un plan integrado para reducir drásticamente el cambio climático y la contaminación del aire es esencial. Las referencia a los datos presentados se resumen en la sección de antecedentes adjunta.
• Las regiones que han reducido la contaminación del aire han logrado el positivo resultado de mejoras notables en la salud humana.
Ya hemos emitido suficientes contaminantes para calentar el clima a niveles peligrosos (calentamiento de 1,5°C o más). El calentamiento y las sequías causadas por el cambio climático, combinados con el uso insostenible de los acuíferos y de las aguas de superficie, representan graves amenazas para la disponibilidad de agua dulce y la seguridad alimentaria. Si se pasa rápidamente a un sistema de energía cero carbono (reemplazo del carbón, del petróleo y del gas con energía eólica, solar, geotérmica y otras fuentes de energía cero carbono, reducción drástica de las emisiones de todos los demás contaminantes que alteran el clima y adopción de prácticas de uso sostenible de la tierra), la humanidad puede prevenir un cambio climático catastrófico, y puede asimismo reducir la enorme carga de morbilidad causada por la contaminación del aire y el cambio climático.
• Abogamos por un enfoque de mitigación que tenga en cuenta las proyecciones de calentamiento de baja probabilidad y alto impacto, como una de cada veinte posibilidades de un calentamiento de 6°C en 2100.
Soluciones propuestas
Declaramos que los gobiernos y otras partes interesadas deben emprender con urgencia las soluciones escalables y buenas prácticas que se enumeran a continuación:
1. La salud debe ser central en las políticas que estabilizan el cambio climático por debajo de los niveles peligrosos, que generan cero emisiones de carbono y cero de contaminación de aire y que previenen las perturbaciones de los ecosistemas.
2. Todas las naciones deberían implementar con urgencia los compromisos globales asumidos en la Agenda 2030 (incluidos los Objetivos de Desarrollo Sostenible) y el Acuerdo Climático de París.
3. Decarbonizar el sistema energético tan pronto como sea posible y no más tarde de mediados de siglo, pasando del carbón, el petróleo y el gas a la energía eólica, solar, geotérmica y otras fuentes de energía cero en carbono;
4. Los ricos no solo están llamados a cambiar inmediatamente hacia prácticas seguras de energía y hacia el recto uso de la tierra, sino que también deben proporcionan financiamiento a los pobres para los costos de adaptación al cambio climático;
5. Reducir rápidamente los contaminantes peligrosos del aire, incluidos los contaminantes climáticos de corta vida, metano, ozono, carbón negro e hidrofluorocarbonos;
6. Terminar con la deforestación y la degradación y restaurar las tierras degradadas para proteger la biodiversidad, reducir las emisiones de carbono y absorber el carbono atmosférico en los sumideros naturales.
7. Para acelerar la descarbonización, debería existir una tarificación de las emisiones de carbono efectiva y basada en estimaciones del costo social del carbono, incluidos los efectos de la contaminación del aire en la salud;
8. Promover la investigación y el desarrollo de tecnologías para eliminar el dióxido de carbono directamente de la atmósfera para su despliegue si es necesario;
9. Forjar la colaboración entre las ciencias de la salud y del clima para crear una poderosa alianza para la sostenibilidad;
10. Promover cambios de comportamiento beneficiosos para la salud humana y para proteger el medio ambiente, como una mayor difusión de una alimentación basada en productos de origen vegetal;
11. Educar y empoderar a los jóvenes para que se conviertan en líderes del desarrollo sostenible;
12. Promover una alianza con la sociedad que reúna a científicos, legisladores, proveedores de servicios de salud, líderes religiosos/espirituales, comunidades y fundaciones para fomentar la transformación social necesaria para lograr nuestros objetivos en el espíritu de la encíclica Laudato Si' del Papa Francisco.
Para implementar estas 12 soluciones, llamamos a los profesionales de la salud a: involucrar, educar y abogar por la mitigación del clima y emprender acciones preventivas de salud pública en relación con la contaminación del aire y el cambio climático; informar al público sobre los altos riesgos para la salud de la contaminación del aire y el cambio climático. El sector de la salud debe asumir su obligación de formar un futuro saludable. Exigimos una mejora sustancial en la eficiencia energética; y la electrificación de la flota mundial de vehículos y todos los demás usos de los combustibles fósiles. Asegurar que los beneficios de la energía limpia también protejan a las comunidades más vulnerables de la sociedad. Existen numerosos laboratorios vivos, incluidas decenas de ciudades, muchas universidades, Chile, California y Suecia, que se han embarcado en un camino para reducir tanto la contaminación del aire como el cambio climático. Estos modelos prósperos ya han creado 8 millones de empleos en una economía baja en carbono, han mejorado el bienestar de sus ciudadanos y han demostrado que tales medidas pueden mantener el crecimiento económico y brindar beneficios tangibles de salud para sus ciudadanos.
El texto completo de la declaración con los nombres de los autores se encuentra aquí.
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